martes, 21 de julio de 2015

De adjetivos idiotas.

El otro día leí en alguna parte que Franco fue un dictador "golpista y genocida" y me dió que pensar. Mas que nada porque no son pocos los dictadores que acceden o intentan acceder al poder mediante un golpe de estado, por ejemplo (Cito solo de memoria y me puedo equivocar):

- Miguel Primo de Rivera en 1923 accede mediante un golpe de estado.
- 1973. Augusto Pinochet en Chile.
- 1976. Junta militar de Videla en Argentina.
- 1930. Rafael Trujillo y Rafael Estrella en la República Dominicana.
- 1926.  Revolución del 28 de Mayo en Portugal.

Naturalmente estos son solo parte de los muchos golpes del siglo XX (Batista, el Shá de Persia, etc...). En fin, uno puede hacerse a la idea. Cuando los militares quieren hacerse con el gobierno suelen recurrir al golpe de estado.

En cuanto al calificativo de genocida, tres cuartos de lo mismo. Si entendemos genocidio como la eliminación sistemática de un grupo social, hay que decir que son pocos los dictadores que no han tratado de librarse de la oposición a su gobierno. Iría en contra de su instinto de supervivencia.

Es decir, que llamar a alguien Dictador golpista y genocida es algo así como decir "coche con motor y cuatro ruedas". Lo segundo se sobreentiende, es posible que haya coches algo distintos, pero no vemos muchos. Que alguien use ambos adjetivos tras el nombre va en contra de la economía del lenguaje en un torpe intento de hacer que la primera palabra (Dictador) nos suene peor de lo que ya es ¿Tal vez pensaba que hay dictaduras estupendas? En ese caso quien escribió los adjetivos es peor que un imbécil.